miércoles, 14 de enero de 2015

Qué entreno cuando entreno? Notas sobre beneficios concretos de desarrollar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación y la resistencia.

Postura del Guerrero en Yoga. Combina fuerza, flexibilidad y equilibrio en una permanencia activa. 

Si ya fuí lo suficientemente incisiva en el post anterior con todo lo que te dije sobre la importancia de ejercitarse, y te decidiste a hacer algo para estar mejor; acá pasamos a entender un poquito las formas en las que el ejercicio físico te beneficia, según cómo entrenes y según tus objetivos. Primero hay una breve explicación anatómica y luego su correspondencia, según mi experiencia personal y subjetiva, de sus efectos en el desarrollo personal y camino del autoconocimiento.


Todas las características que se enumeran en este post pueden trabajarse según los requerimientos de cada persona en diferentes medidas. No todos necesitamos la misma intensidad de entrenamiento de resistencia, ni de fuerza, ni de coordinación. De hecho, el equilibrio natural de cada persona es diferente y varía según el biotipo (clickeá acá para saber qué es el ayurveda, o ciencia de la vida que agrupa a los seres en tres grandes áreas donde rige una energía o elemento diferente). Pero en este momento la intención es descubrir que en general las fortalezas a nivel físico son las mismas que a nivel mental o emocional. Las direcciones de cómo llegar al máximo potencial de cada uno dependen de en dónde estés situado en primer lugar. Pero es interesante estar en contacto con uno mismo y saber identificar hacia donde es necesario dirigirse para avanzar en el crecimiento propio.

A continuación, un punteo sobre lo que considero son los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de entrenar:

1. Reconocer sus fortalezas y continuar usándolas y desarrollándolas. Por ejemplo, en mi caso continúo trabajando la fuerza y la coordinación.

2. Reconocer aquellos aspectos en donde se encuentran más dificultades y conseguir un guía profesional de la salud que asesore para lentamente atravesarlas. No es casualidad que haya ido a parar a un grupo de corredores, en donde me encuentro trabajando la resistencia, mi gran punto débil.

3. Realizar ejercicios que involucren el desarrollo de la fuerza. Esto es el fuego intenso dentro de cada uno, la determinación, la capacidad mental y espiritual que lleva a una persona a tomar algo con sus propias manos y hacerlo suceder, y no simplemente a sentarse a esperar. Trabajar la fuerza apela a desarrollar el guerrero dentro de cada uno.


La fuerza es la condición que nos permite vencer un peso gracias a la capacidad de los músculos de tensionarse. Sería lógico pensar que cuanto más volumen muscular tiene una persona más fuerte es, pero la definción estaría incompleta. Según el tipo de entrenamiento elegido, es posible que una persona haya desarrollado más fuerza de la imaginada. O por el contrario, podemos estar observando a alguien con gran masa muscular, y que no posea tanta fuerza como otro cuyo volúmen es más modesto. Esto se debe a que hay dos grandes formas de desarrollar la fuerza; isotónica e isométrica. La primera consiste en repeticiones del ejercicio en las cuales los extremos del músculo se acercan y se alejan. Se gana mayor ancho en el músculo, pero se acorta. La otra manera de desarrollar la fuerza es isométrica, y es fundamentalmente la que utiliza el yoga. En este caso se trabaja manteniendo una posición, sin variar su largo ya que las articulaciones no entran en juego. El resultado es muchísima fuerza en poco volumen muscular, y es la manera ideal para trabajar la fuerza y la flexibilidad al mismo tiempo.

Por supuesto un entrenamiento ideal debería tener ambas formas de ejercitación. Pero es muy útil ser consciente de lo que está sucediendo y del aspecto mental que nos permite desarrollar cada uno. Es muy difícil para esta época en el mundo occidental desarrollar la habilidad de PERMANECER en un estado o lugar, sin querer HACER algo para modificarlo, ya sea para apresurarlo, para cambiarlo, para terminarlo, o intervernirlo de cualquier manera. Desde mi experiencia, los ejercicios isométricos son una de las formas mas eficientes de practicar la permanencia activa; y al mismo tiempo de flexibilidad del cuerpo y la mente. Es encontrar la quietud DENTRO de la actividad. No es dejarse ir por completo y abandonar todos los esfuerzos (como sucede cuando entrenamos flexibilidad), sino que obliga a mantenerse alerta, pero sin la urgencia de modificar el presente. Esto es aceptación activa del ahora.



Postura que conjuga fuerza, equilibrio y flexibilidad.

4. Realizar ejercicios de flexibilidad para practicar la capacidad de relajarse luego del esfuerzo intenso. Es dejar ir la tensión totalmente tanto a nivel físico como a nivel mental.

La flexibilidad está dada por dos factores; la movilidad articular y la elasticidad de los músculos. Es uno de los aspectos más subestimados de un buen entrenamiento físico, ya que se cree que ser flexible es sinónimo de ser contorsionista o gimnasta. Sin darnos cuenta, la mayoría de las veces pasamos por alto o acortamos el tiempo de elongación posterior al ejercicio. Y a menudo cuando creemos que lo hacemos, no llegamos a entrar realmente en el estado de “abandono del esfuerzo”. Simplemente repetimos una postura que entendemos superficialmente como “de elongación”, haciendo rebotes y esquivando el momento de permanecer EN el estiramiento. Si la mente está en ese estado al momento de elongar, sólo vamos a conducirnos a lesiones.

Todos debemos trabajar nuestra flexibilidad de manera consciente y diaria, ya que de otra manera nuestros músculos se van contrayendo, acortando y volviendo más rígidos con el tiempo. Trabajar la fuerza e ignorar la flexibilidad es peligroso ya que el organismo no logra eliminar las toxinas luego del esfuerzo, y éstas quedan alojadas en el mismo. Además de empeorar la calidad de vida y generar dolor, eventualmente pueden conducir a lesiones. Tanto fuerza como flexibilidad deben trabajarse ya que una NO ES más importante que la otra. Una persona fuerte pero inflexible tiene grandes chances de romperse un tendón, un ligamento, o desgarrarse un músculo (la famosa comparación de qué es más fuerte, si un árbol o un junco). Y una persona demasiado flexible pero con insuficiente masa muscular va a tender a ser inestable a nivel articular. La flexibilidad depende directamente del estado de relajación de la persona, es decir, de su capacidad para dejar ir la tensión inecesaria de los músculos y de su mente.

Qué entreno cuando entreno la flexibilidad? Exactamente eso; la capacidad mental de dejar ir el rechazo o la resistencia a lo que sea que esté ocurriendo en ese momento dentro o fuera de nosotros. 

Una manera de asegurarse entrar en el estado mental correcto para elongar es prestarle atención a la respiración. En vez de contar en segundos, contar en cantidad de respiraciones profundas. Luego de un ejercicio intenso de contracción se debe permanecer al menos 20 respiraciones profundas en cada postura de elongación. También es importante tener en cuenta que para elongar el mismo músculo puedo elegir posturas en las que el propio peso del cuerpo me relaje, en oposición a posturas en las que deba contraer otros músculos para mantener. Por ejemplo, para elongar brazos puedo sentarme con la espalda recta y presionarlos contra el pecho, o puedo recostarme boca abajo con el brazo aplastado por el peso del cuerpo. Esto ayuda a la relajación mental. Obviamente hay momentos en donde es conveniente elongar de una manera pasiva, y otros de una manera más activa. Pero en general dado que a las personas nos cuesta relajarnos y por ende hacer trabajo de flexibilidad, por lo menos los primeros tiempos de entrenamiento sugiero practicar un tipo de elongación más pasiva haciendo una pasada general por todos los grandes grupos musculares del cuerpo, y luego, de ser requerido, realizar una elongación más activa para algunas zonas específicas que se hayan exigido más.
Nota sobre la fuerza y la flexibilidad: Saber actuar con determinación es tan necesario como saber soltar y permitir que las cosas simplemente ocurran sin mi intervención explícita. La fuerza y la flexibilidad no son polos opuestos, sino que son parte de un todo. Cuanto más logre relajarme, mayor va a ser mi efectividad y precisión al momento de actuar con fuerza. De igual manera, si no me esfuerzo al cien porciento en algún momento, difícilmente pueda descansar después.


5. Involucrar ejercicios de equilibrio; esto da profundidad a cualquier entrenamiento ya que el mismo ejercicio puede realizarse desde una postura de estabilidad asegurada con todos los apoyos bien anclados en el suelo, o levantando uno u otro alternadamente para redistribuir el peso y obligar a reorganizar el cuerpo. El siguiente paso para desafiar el equilibrio es cambiar la perspectiva en el espacio (mirar para otro lado, cerrar los ojos, o realizar la misma actividad pero en un ambiente más amplio o más pequeño, obligando a todos los sentidos a abstraerse del exterior y a buscar adentro un punto de apoyo más estable y permamente en donde depositarse). Esto permite que se desarrolle un sentido más profundo e inmutable de equilibrio tanto física como mentalmente, que luego podrá ser disfrutado por la persona en múltiples aspectos de su vida y desarrollo personal. Se trata de retirar lentamente la mirada y dependencia del afuera para empezar a llevarla adentro, a aquello que no cambia.

En acrobacia de aire, específicamente en tela, hay mucho de entrenamiento de fuerza, flexibilidad y sobre todo en los comienzos un gran desafío de coordinación. El cuerpo invertido en el aire o algunas partes apretujadas entre las telas hacen que el esfuerzo por acceder mentalmente a algunos músculos se vea obstruído. Es un gran entrenamiento de reconocimiento profundo del cuerpo en el espacio.


6. Coordinación: Es la inteligencia o delicadeza fina de los músculos para realizar movimientos exactos y controlados. Podríamos decir que es el nivel de detalle máximo con el que una persona puede moverse. La forma más desafiante de desarrollar esta cualidad es pasar de posturas en donde se requiera un gran nivel de fuerza, para luego entrar en una postura de equilibrio en donde se requiere selección sutil de músculos activos. Esto incrementa la capacidad de observación, de consciencia del espacio interior, de silencio de una persona. Tener fuerza sin coordinación o control hace que el movimiento de una persona sea salvaje y poco cuidadoso. De igual manera, desarrollar la delicadeza sin la fuerza genera debilidad.

Coordinación es creatividad. Y este es un tema que en este blog nos interesa mucho. Es encontrar nuevas conexiones neuronales, pavimentar nuevos caminos en el cerebro y en la conciencia. Si el cerebro es un bosque, implica abrir nuevos caminos alternativos al clásico que usamos siempre. Se trata de conocer y transitar otros más angostos entre los árboles. Quizás unos muy finos en los cuales si uno va apurado es difícil entrar.

7. Resistencia: Es la capacidad de mantener una actividad en el tiempo. Está condicionada mayormente por la capacidad pulmonar y la resistencia muscular. Implica mantener un ritmo de actividad que permita que el organismo no entre en falta de oxígeno, es decir, actividad aeróbica. Es una capacidad diferente a la explosividad o potencia, la cual no requiere resistencia a un nivel parejo sino todo lo contrario; involucra máxima intensidad en una cantidad corta de tiempo. La respiración está íntimamente relacionada con la resistencia, ya que genera cambios en nuestros pensamientos y emociones según su patrón; por ende tener la capacidad de ampliar nuestra respiración produce cambios inmediatamente en nuestra resistencia y en nuestra mente.

-Velocidad y Potencia quedan pendientes para desarrollar en un próximo post. Estate atento!

* * *
Hace un tiempo me rompí el tendón de Aquiles. Lógicamente esto no sorprende. En mi cuerpo, mi forma de entrenamiento y mi estructura mental siempre existió más fuerza que flexibilidad. El problema es que cuando una persona con estas características se desestabiliza y deja de entrenar regularmente su flexibilidad, rápidamente se tiende a volver a la rigidéz, a ganar peso, a acumular masa y toda clase de toxinas. Esto me sucedió a mí durante varios años. Por supuesto, un tiempo después sentí que necesitaba un cambio, pero al volver no lo hice progresivamente y me expuse a un entrenamiento para el cual no estaba en condiciones. El resultado es el que mencioné más arriba, por lo cual tuve que enfrentar 2 meses de yeso, y un año de rehabilitación. Obviamente en ese tiempo no solo rehabilité el cuerpo y el tendón en sí mismo, sino que reconocí toda una estructura mental que debía ser reorganizada.

Esta situación me obligó a ir a un gimnasio y entrenar por mi cuenta durante varios meses. Después de haber sido deportista y haber dado clases de acrobacia, tuve que bancarme estar en el fondo del tacho. Llegué a un gimnasio con varios kilos de más, sin poder saltar, sin poder correr, sin poder realizar una clase de bicicleta completa ya que no podía pararme en los pedales, y tuve que convivir con esa imagen de mí misma durante varios meses (en otro post hablaré del importante rol del EGO en el entrenamiento). Desarrollar la capacidad de permanecer en un proceso que no me mostró resultados rápidamente, y aprender a confiar en mi y en la sabiduría del tiempo, fue uno de mis mayores logros del 2014 y de mi vida.

* * *
Todos tenemos tendencias naturales, aspectos en los que somos muy buenos y aspectos que debemos trabajar. Es necesario escuchar nuestro cuerpo y aprender a hacer silencio para reconocer qué está pasando realmente adentro, que de todas maneras siempre se manifiesta en el afuera. Mientras que algunos necesitamos mantener vivo el entrenamiento consciente de la flexibilidad, otros necesitan aprender a desarrollar su fuerza y a confiar en sí mismos para tomar el toro por las astas. Mientras que unos necesitamos exponernos a entrenamientos de resistencia, otros para crecer necesitan entrenar su intensidad. Además,  todos necesitamos trabajar nuestra coordinación y equilibirio, y ser conscientes de nuestra respiración; ya que éste es el hilo conductor que atraviesa y une todas las partes de este rompecabezas que parecen estar disociadas, pero que realmente no lo están. Cuerpo, mente y emociones. Todo está unido. Si sos consciente de tu respiración vas a ampliar tu capacidad pulmonar, tu energía (combustible!), tu nivel de consciencia sobre vos mismo y sobre todas las cosas que ocurren a tu alrededor, y sobre todo tu claridad y serenidad para moverte hacia adelante en la dirección que necesites para ser tu mejor versión.

1 comentario:

Comentá abiertamente eligiendo abajo en Comentar Como, la opción "nombre/URL" y si querés poné la dir de tu pag en URL, o dejalo vacío. Tus comentarios y opiniones me ayudan a mejorar este blog :)