Hoy quise bucear en mi interior para buscar peces pero... |
Normalmente mis clientes entran en una
especie de shock cuando les pregunto “cual es la característica
distintiva de tu emprendimiento, eso que vos ofrecés, el motivo por
el cual la gente va con vos y no con otro que haga algo parecido?”.
A mi me interesa esto como diseñadora gráfica ya que tengo que
traducir lo que sea que ellos consideren su punto fuerte hacia un
lenguaje visual. Y empresas que hagan “lámparas” hay un montón.
Pero no puedo simplemente hacerme la tonta y hacerles una marca con
una linda síntesis de una lámpara. TENGO que buscar más allá y
averiguar cual es realmente su valor único y transmitirlo. El
trabajo del diseñador es descubrir y seleccionar QUÉ transmitir. El CÓMO viene después.
Igual nos pasa a nosotros; la mayoría
no tenemos idea de cual es el valor que le aportamos al mundo ni por
qué deberían acercarse otros. Y aún así queremos gritar
que nos elijan. No sabemos que estamos ofreciendo, pero
queremos vernos bonitos y atraer.
Es normal querer ocuparse más de VERSE lindos que de SER lindos. Es más fácil apoyarse en modas pasajeras externas que ya sabemos que los demás avalan; antes que buscar adentro y descubrir qué es “lindo” para mí.
Durante toda mi vida me choqué
bastante con las masas porque no me interesaba demasiado cultivar los
valores que a todos los demás les interesaban, como ser “cool”,
tener las mejores marcas de jeans y remeritas, o hacerme amiga de pibes de
cursos más grandes. Con el tiempo esos objetivos
comunes a todos cambian, pero no demasiado. Y pasas a perseguir un
puesto en una empresa de nombre conocido, con clientes grandes, y
etiquetas jerárquicas de trabajos en inglés compuestos por dos
palabras o más. Al principio me esforzaba igual porque
era chica y trataba de encajar en los grupos, pero después me dí
cuenta de que esa no era mi carrera. Durante un tiempo sentís que te
es útil, porque hablar de las mejores marcas de zapatillas o de
cuanto cuesta el i-phone último modelo de cierta forma es como un
pase universal y te posiciona en los círculos sociales o laborales
rápidamente. Quizás eso es lo que nos confunde y nos hace creer que
nos está funcionando. Son caramelos con gusto a éxito. Podés
saborearlos un rato, pero cuánto tiempo puede pasar hasta que te des
cuenta de que no podés vivir a caramelos?
Por suerte lo atravesé y me dí cuenta
de que tener etiquetas de “instructora de jfsdfjskjfbsk” o de
“project manager” no me llenaban. Aunque la gente
instantáneamente te mira diferente y te abre más puertas, no me
gustaba que me identificaran con esas posiciones. Sentía que la
gente no me veía realmente a mí, sino a mis etiquetas. Me daba
claustrofobia, como cuando tenés una ropa demasiado apretada.
Mucho después me fuí dando cuenta de
que mi lugar era otro. De que me sentía mucho más cómoda hablando
de otros temas, corriéndome de esas posiciones de “prestigio
asegurado”; y por más que perdí cantidad de amigos, gané
en especificidad y en calidad. La gente de la que me
rodeo, los lugares a los que voy, las circunstancias que suceden en
mi vida, todo es mucho más acorde a quien yo soy y a donde quiero
ir. Mis amigos, mis clientes, son gente que resuena conmigo y con mi
energía, con mi búsqueda y con mis valores; porque yo misma tengo
más claridad. La gente te trata igual que como vos mismo te
tratás. A mí me
interesa muy clara y fuertemente todo lo que inspira y eleva la
calidad de vida de las personas, y sin querer mi energía y mi
discurso los inspira a romper con los caramelos enlatados con gusto a
éxito, o a alejarse. Miles de personas comen caramelos y está
perfecto. Pero cuando hay alguien que busca algo más allá y me
contacta, sé que ese intercambio no sucedió por error.
Cual es el valor
diferencial que vos le agregas al mercado/mundo? Quién sos y qué
ofrecés que nadie más ofrezca?
Tal
vez es un poco incómodo ponerse a buscar esto porque implica empezar
un camino de autodescubrimiento que no termina nunca. Y si empezás a
preguntarte estas cosas, corrés peligro de ser encasillado en otro
de los agujeros sociales a donde tiramos a todos aquellos que no
aspiran llegar a la cima del éxito tal cual lo conocemos; ese lugar
es el exilio. Son “marginados”, son “hippies”, son
“budistas”, son “vegetarianos”, son inadaptados. Son
ridículos. Sólo porque quisieron parar de correr ciegamente una
carrera en la que ellos no se habían anotado. Quisieron descubrir a dónde querían realmente ir. Quisieron preguntarse quienes
eran. Quisieron buscar su brillo personal, su esencia, su cualidad diferencial; todas formas de describir lo mismo.
Es eso que vos haces que nadie mas hace. Ese aporte intrínseco que
te caracteriza y te diferencia de cada una de las otras millones y
millones de personas de este mundo. Pero claro, cómo vamos a poder
hacer consciente esto tan interno cuando toda la vida nos educaron
para mirar afuera, mirar dónde está el otro, y competir, siempre
competir. Y si no podés ser mejor que el otro, derribarlo.
"Toda una vida" es un tiempo muy largo y una oportunidad demasiado hermosa como para desperdiciarla caminando una ruta ajena.
Cómo empezar a identificarlo
Normalmente esta cualidad diferencial
tiene que ver con algo que te sale naturalmente y que te gusta hacer,
aunque quizás tan internalizado lo tenés que nunca te lo pusiste a
pensar. Incluso seguro nunca imaginaste que podías convertirlo en
algo que hacer profesionalmente. O quizás sí. Pero hay algo que te
aseguro; y es que TODOS lo tenemos. NADA absolutamente entre la
tierra y el sol existe sin una razón. Si algo tan chiquitito como
una hormiga dejara de existir, todo este planeta sería diferente y
posiblemente la existencia tal cual la conocemos colapsaría. Así
que creeme que si vos no tuvieras algo muy específico que aportarle
a este planeta, ya estarías muerto. Si estás acá es porque hay
algo que solo vos podés aportar. Sabé que consciente o
inconscientemente estás generando una diferencia en la vida de las
personas a tu alrededor.
Cuanto más en contacto con vos mismo/a
estés, más sintonizado con tu esencia, más sincera y armoniosa sea
tu relación con vos mismo/a, más fácil va a ser que fluyas con tu
verdadero potencial.
Consejos útiles
para aprender a mirar adentro
- Hacé silencio. Empezá a pasar más tiempo con vos mismo. (Si te aburre estar con vos mismo, imaginate cuánto más aburrido vas a ser para otro!) Primero encontrá la manera de estar cómodo estando solo, y para esto podés regalarte salidas a lugares que disfrutes. Una vez por semana o un ratito todos los días planeá ir a ese lugar al que estuviste queriendo ir pero siempre lo pospusiste. A esa disquería o librería, a ese café de la estación de tren, a ese bosque o parque, a esa feria de antiguedades, a esa ciclovía, a ese cine antiguo, a ese espectáculo de jazz, o de danza...
- Implementá una pequeñea caminata diaria a tu rutina. Puede ser camino al trabajo (bajate un par de cuadras antes del bondi) o a la salida. Puede ser una caminata con tu perro por el barrio o solo. Pueden ser 10 o 15 minutos. Puede ser una hora. Lo que vos puedas. Pero hacelo. Tiene varios puntos a favor esta práctica: a nivel físico se oxigena tu cerebro y tu cuerpo, quieras o no terminás pasando tiempo con vos mismo/a y es un principio para cultivar esa relación que tenías abandonada, empezás a escuchar tus propios pensamientos, y si vas cambiando de recorrido y viendo nuevas calles cada día, esto termina abriéndote la cabeza y estimulando cambios de perspectiva.
- Una vez a la semana o cada tanto buscá elegir y prepararte una comida solo. Comela mirando el plato, sin la tele o la radio. Tomá consciencia de que estás alimentándo tu cuerpo y tu mente a partir de ese elemento. Qué gusto tiene? Que sensaciones te produce? Cómo te sentís después de comerlo? En qué estado estabas antes de hacerlo? Comiste acelerado/a? Comiste a consciencia y tranquilo? Comiste lento o rápido y devorando?
Estas
son cositas básicas que podés hacer. Son simples y cotidianas. No
subestimes su efecto en la práctica a mediano plazo! Apuntan a poder
PERMANECER con nosotros mismos, a ESTAR sin HACER. Solo generando
silencio de otras actividades es que vamos a ver como lo que ya está
adentro emerge. Pero para poder ver lo que hay en la profundidad primero hay que lograr que la superficie del
lago se aquiete.
Muy
de a poco vas a empezar a sentir la necesidad de profundizar y
entonces tal vez puedas buscar una técnica de meditación, o alguna
clase de yoga, o charlas por internet (las TED son mis favoritas!), o
libros. De todas maneras vamos a seguir charlando por medio de este
blog y avanzando juntos.
es LA PREGUNTA!!! gracias por tus reflexiones.
ResponderBorrarjajaj gracias a vos!!!!
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